La selección de Brasil comenzó su preparación para la Copa del Mundo que disputará en su territorio en medio de gritos de protestas en lugar de apoyo para el equipo nacional.
Los jugadores escogidos por el técnico Luiz Felipe Scolari se reportaron al campo de entrenamiento del equipo mientras unos pocos cientos de manifestantes protestaban ruidosamente contra el dinero que gastó el gobierno en el Mundial.
Los manifestantes rodearon el autobús que transportaba a los jugadores de su hotel en Río de Janeiro al campo de entrenamiento en la ciudad de Teresópolis, en las montañas, a unos 90 kilómetros (55 millas).
Los manifestantes hicieron que el autobús detuviera su paso mientras intentaba partir y se acercaron lo suficiente para pegar decenas de calcomanías con lemas contra el Mundial en el vehículo, incluyendo las ventanas.
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