“Hay un deseo de la región para ayudar a Venezuela a encontrar una salida a la crisis”, dijo el tercero en la línea de mando del Departamento de Estado en una entrevista con The Associated Press en la que también compartió sus impresiones sobre la relación entre Estados Unidos y América Latina.
Maduro se ha negado a recibir ayuda ofrecida por países y organizaciones del continente alegando que en su país no existe una crisis humanitaria, aunque se dice víctima de un bloqueo económico de Washington.
Sin embargo, una desbocada inflación de cuatro dígitos y una severa escasez de alimentos y medicinas han generado un éxodo masivo de venezolanos a Colombia y otras naciones vecinas en los últimos meses.
El diplomático estadounidense guarda la esperanza de que la comunidad hemisférica logre contribuir a una salida pacífica y electoral en la nación sudamericana pese a que la última edición del diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana —acompañada por cinco cancillerías— naufragó este mes en República Dominicana.
Shannon anunció hace unas semanas su renuncia al cargo, aunque dijo que no abandonará la posición sino hasta que se elija a su sucesor.
El diplomático ha viajado a Caracas varias veces para servir de portavoz directo de Washington con Maduro, a cuyo gobierno responsabiliza directamente de la crisis al no estar “dispuesto a tomar pasos necesarios para construir un escenario electoral donde la oposición pueda participar con confianza”.
Maduro buscará su reelección en los comicios convocados para el 22 de abril. La coalición opositora sostiene que solo participará cuando se designen nuevas autoridades electorales, se inviten a misiones de observación internacionales independientes y se permita votar a los venezolanos expatriados, entre otras peticiones.
Shannon aseguró que la política estadounidense hacia Venezuela, que incluye sanciones financieras y contra decenas de funcionarios acusados de violar derechos humanos, persigue “mostrar nuestro desacuerdo y presionar pero sin perjudicar al pueblo venezolano”.
El funcionario evitó afirmar si las próximas sanciones adoptadas por Washington consistirán en un embargo a sus exportaciones petroleras.
Shannon afirmó sentir frustración de no haber logrado alcanzar una solución y también una profunda tristeza por la situación actual de Venezuela, donde él se desempeñó como asesor político en la embajada estadounidense entre 1996 y 1999, año en que llegó a la presidencia Hugo Chávez.
Además de su estadía en Caracas, Shannon fue durante cuatro años embajador en Brasil, subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental y director de Asuntos Andinos, entre otros puestos relacionados con el continente americano. Alcanzó el grado el grado de “embajador de carrera”, el más elevado del servicio exterior.
El diplomático asegura que una de las principales satisfacciones tras casi 35 años en el servicio exterior consiste en haber acompañado la gran transición de América Latina a gobiernos democráticos, sociedades inclusivas, mercados abiertos y modelos de integración regional.
“Estos son logros que los países del hemisferio han hecho pacíficamente y empujados por el poder popular”, dijo Shannon en español.
“Para mí, acompañar ese proceso y hacer todo lo posible para asegurar que el poder de Estados Unidos fue aplicado en una manera inteligente y a favor de esa trayectoria democrática es algo en lo que yo tengo gran satisfacción”.
Shannon calificó la como “buena” la relación actual entre Estados Unidos y América Latina y dijo que tras la gira reciente del secretario de Estado Rex Tillerson la respuesta ha sido “aceptar y entender nuestros propósitos”.
El presidente Donald Trump ha generado zozobra en América Latina no solo con sus políticas restrictivas a la migración ilegal y su propuesta de construir un muro a lo largo de la frontera con México.
Trump además retiró a su país del Acuerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), que Estados Unidos había negociado con otros diez países de la cuenca del Pacífico, incluyendo a México, Perú y Chile.
Y actualmente renegocia con México y Canadá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pero Shannon consideró que las iniciativas de Trump solo tienen un impacto parcial porque otros países del continente —a los que no identificó— atraviesan debates internos semejantes al estadounidense.
“Creo que lo importante es estar sensible a lo que está pasando en la región y asegurar que estamos respondiendo con respeto”, indicó.
La administración Trump aún no ha postulado a un nuevo subsecretario de Estado para el hemisferio occidental, y el Senado tampoco ha confirmado a Carlos Trujillo para ser embajador estadounidense ante la OEA, así que Shannon seguirá ejerciendo como el principal portavoz con la región cuando visite Ecuador, Colombia y Chile entre el 25 de febrero y el 3 de marzo.
Shannon abordará comercio, inversiones y otros temas de la agenda bilateral con el presidente Lenín Moreno en Quito.
Analizará la estrategia antinarcóticos y el postconflicto con el mandatario colombiano Juan Manuel Santos en Bogotá, donde el 1 de marzo asistirá junto al asesor de la Casa Blanca Ricky Wadell al diálogo binacional de alto nivel.
La gira culminará el 2 de marzo al reunirse con la presidenta Michelle Bachelet en Santiago. El funcionario estima que no abandonará su cargo antes de la cumbre ministerial del G-20 que Canadá albergará a fines de abril.
También necesita esperar a que el Senado confirme a su sucesor en el puesto de subsecretario de Asuntos Políticos.
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