
Una cureña tirada por caballos que llevaba el ataúd del senador encabezaba una procesión de dolientes desde la capilla de la academia a su cementerio tras una ceremonia privada.
La viuda del senador, Cindy, y sus hijos estaban entre los que caminaban detrás de la cureña. Junto con ellos iban familiares y amigos, así como miembros de la generación de 1958 a la que perteneció McCain, líderes militares y marinos de la academia.
El entierro fue privado, como lo pidió McCain, el candidato presidencial republicano de 2008 que falleció el 25 de agosto de cáncer cerebral a los 81 años.
Uno de los oradores en la ceremonia, el senador Lindsey Graham, dijo antes de ésta que le diría a la audiencia que “nadie amaba más a un soldado que John McCain, que soy testigo de su compromiso por apoyarlos, viajar a donde ellos van, nunca permitir que sean olvidados”.
En el oficio el sábado en la Catedral Nacional en Washington hablaron entre otros los expresidentes Barack Obama y George W. Bush. McCain cumplía su sexto período.
El último adiós
— Homenaje a McCain
Aviones militares sobrevolaron el lugar en homenaje al piloto de la marina que fue derribado sobre Vietnam y retenido en cautiverio durante cinco años.
Los homenajes comenzaron en su estado de Arizona.
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