
El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, recibió ayer una llamada del presidente Trump, al que advirtió de que el traslado de Tel Aviv a Jerusalén de la embajada estadounidense podría ser una provocación para los “sentimientos” de los musulmanes de todo el mundo.
Trump también llamó al rey Abdalá II de Jordania y al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, para comunicarles la misma información.
Ningún país tiene su embajada en Jerusalén y el traslado de la sede diplomática se entendería como el reconocimiento de la soberanía israelí sobre toda la ciudad.
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