
En un saque de esquina ejecutado por Antoine Griezmann, Umtiti consiguió anticiparse a Marouane Fellaini, custodio del primer palo.
El zaguero del Barcelona saltó y le remató en las narices al arquero Thibaut Courtois, quien simplemente levantó las manos en un intento infructuoso por impedir que el balón entrara a las redes.
Y por enésima vez en este Mundial, una jugada a pelota detenida resultó crucial. Esta vez definió a un finalista, y Francia chocará el domingo por el título en Moscú con Inglaterra o Croacia, que se miden en la otra semifinal hoy y también en la capital rusa.
El tanto francés no hizo sino radicalizar la estrategia que cada equipo había mostrado en el primer tiempo: una Bélgica más agresiva y una Francia que apostaba a la contra.
Abofeteados, los Diablos Rojos se lanzaron en forma desbocada en busca del empate, pero todo resultó en infructuoso esfuerzo y Franciacelebra el triunfo.
51 Minutos
Habían transcurrido cuando Samuel Umtiti ejecutó el espectacular cabezazo que envió a Francia a la final.
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