Domingo Uribe.
San Cristóbal. Difícil, muy difícil dejar el lugar que te sirvió de albergue, el compañero que todos los días te dio los buenos días, el espacio en el que conseguiste por tantos año el pan de cada día, pero todo empieza un día y termina.
No fue el 19, fue el dieciocho, el día en que los amigos cercanos e dieron un hasta luego y emprendieron el camino. San Cristóbal liberada ,una ciudad que sin quererlo perdió casi la mitad de su especio.
Una ciudad benevolente que sin embargo dio albergue a sus hijos menos poseídos y le permitió por 40 años estar en lugar inadecuado, pero, qué le vamos a hacer si son sancristobalenses también.
S e van, con la esperanza de poder hacer sus vidas y de seguir brindando a sus familias en pan que con tanto sacrificio han ganado, en un lugar que no es el correcto pero como hombre y mujeres honestos decidieron colgar los guantes.
Batallaron y encontraron una persona que lo comprendió y que aun cuando pudo haber actuado si escuchar duró más de dos años esperando pacientemente y buscando la fórmula que permitiera no mancillar a nadie.
San Cristóbal liberada es el grito de sus hombres y mujeres que con su trabajo tesonero aspiran a que haya una ciudad que se pueda presentar a los amigos, presentar a los que nos visitan sin tener el temor de que no califiquen de sucios.
Ellos se van pero la lucha continua y esperamos recibirlo más adelante junto a sus familiares en los espacios liberados también para ellos y los suyos y juntos poder celbrar un triunfod e todos los que hemos confiado que sí se puede
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